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IMPLANTOLOGÍA

“Nuestra experiencia y conocimiento nos permiten ofrecer el mejor diagnóstico en implantología.”
En dicha maqueta se colocan los implantes en los modelos de estudio y se elabora una plantilla que será probada en el paciente en otra cita.
“No iniciamos ningún procedimiento quirúrgico sin haber realizado, comprobado y verificado nuestro diagnóstico inicial.”

PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Los implantes dentales son sustitutos artificiales de las raíces naturales de los dientes que se han perdido. Los implantes como los conocemos hoy han sido desarrollados por el Dr. Per – Ingvar Branemark en Suecia. La presentación de 15 años de investigación con los implantes osteointegrados la realizó en Canadá en el año 1982. Básicamente se puede definir como la unión de un biomaterial como el titanio al hueso, produciéndose una unión química entre ambos y su aplicación a la odontología. Su composición química debe ser exhaustivamente examinada por el fabricante proporcionando material de altísima calidad, por tratarse de elementos que van a formar parte del organismo de una persona se llaman biomateriales. Su composición es de titanio comercialmente puro, en la actualidad se ha desarrollado la aleación con zirconio, otro biomaterial que comienza a utilizarse en la fabricación de los implantes. Pueden ser utilizados para soportar solamente una corona, varias piezas fijas o incluso para toda la boca de manera fija o removible.
Hay por lo menos tres situaciones específicas en las que los implantes dentales son el tratamiento más adecuado: 1. En aquellas en las que debe ser reemplazado un solo diente. Para reemplazar una sola pieza dentaria el método convencional consiste en una prótesis parcial fija, cementada a los dientes vecinos; se trata de un puente fijo. Para su colocación se requiere que los dientes vecinos sean preparados, reduciendo su tamaño con el fin de que las coronas se coloquen como es indicado. El diente reemplazado está incorporado a estas coronas que se cementan. Cuando está realizado el proceso, estos duran muchos años, pero es aconsejable cambiarlos cada 10 años para que su estado sea óptimo. Cuando los dientes vecinos están completamente sanos y hay cantidad de hueso remanente en el espacio comprendido entre los dientes, entonces se le puede instalar un implante que se soporta sobre sí mismo sin necesidad de preparar y modificar los dientes vecinos. En este caso el uso de implantes es el tratamiento más conservador. 2- En los casos en los que no se pueden reponer las piezas pérdidas con prótesis fija convencional. Cuando se han perdido varios dientes adyacentes, se puede todavía hacer una prótesis fija sobre implantes dependiendo de la cantidad de hueso que exista en la región de aquellos perdidos. Existen casos en los que se pueden realizar prótesis fija convencional (puente con coronas), pero en otros tendría que utilizarse una prótesis removible, ya que con puentes con coronas sería demasiada carga para los dientes existentes. Una prótesis removible tiene la ventaja de que es mucho más económica, pero tiene desventajas como la de la movilidad sobre todo a la hora de masticar, es muy grande y todas llevan paladar, por ello es difícil acostumbrarse a usarla. Esta es una de las indicaciones más frecuentes de los implantes, ya que puede proveer del necesario apoyo adicional que hace falta para poder utilizar una prótesis fija donde tendría que utilizarse, si no, una prótesis parcial removible. 3- Reemplazamiento de todos los dientes de una arcada o de ambas. El tratamiento convencional consiste en una prótesis completa removible mucosoportada, es decir que es la encía la que la sujeta. Si no hay encia suficiente estas prótesis se mueven y son molestas sobre todo al hablar y comer. La mayor parte de la gente que la necesita se puede adaptar bien a llevar una prótesis completa superior porque el paladar sirve de soporte haciendo vacío entre la encía del paladar y la prótesis. Sin embargo la prótesis completa inferior es considerablemente más difícil de aprender a utilizar ya que las fuerzas se encuentran concentradas en un área más pequeña y no se puede establecer un vacío que estabilice la prótesis. Además los movimientos de la lengua y los músculos de los carrillos tienden a hacer que la prótesis inferior se mueva más que la superior. El uso durante años de prótesis completa hace que la presión sobre las encías causen cambios en el hueso subyacente, de lo que resulta que las prótesis pierden su ajuste. Por esta razón las prótesis completas deben ser examinadas por profesionales en intervalos de tiempo regulares, y cuando los tejidos muestren cambios, las dentaduras deben ser rebasadas para reajustarse o ser renovadas por otras nuevas dependiendo de cada caso. Cuando las prótesis mal ajustadas se siguen utilizando, entonces la presión masticatoria se concentra en pequeñas áreas donde el hueso se perderá más rápidamente. Algunas veces se pierde tanto hueso que no puede hacerse una dentadura con buen ajuste sobre los tejidos. Cuando esto ocurre debería aconsejarse el realizar tratamiento con implantes. Cuando el tratamiento se realiza a tiempo, los implantes pueden ser colocados sin problemas. Si se deja pasar el tiempo sin poner solución, el hueso perdido puede ser tanto que ni siquiera con implantes se puede dar una solución adecuada.
Los implantes están fabricados de materiales muy duros y están diseñados para soportar fuerzas oclusales excesivas con un considerable margen de seguridad. Aunque la fractura de un implante puede ocurrir, es muy raro que se produzca. Los demás problemas asociados a los implantes dentales se deben a fallos en los tejidos que los rodean. Existen tres condiciones que pueden llevarnos a la pérdida del tejido que rodea al implante. Estas son condiciones locales, condiciones sistémicas, y sobrecarga del implante. Condiciones locales: Las bacterias pueden acumularse alrededor de los implantes de la misma manera que se acumulan alrededor de los dientes, la encía se inflama y hay destrucción del tejido que rodea al diente. Nosotros denominamos este proceso enfermedad periodontal porque ocurre alrededor del diente ( peri- significa alrededor y – odonto, diente ). El mismo proceso puede ocurrir con un implante, y cuando esto ocurre lo llamamos enfermedad periimplante o periimplantitis. Por ello el implante debe mantenerse meticulosamente limpio. Afortunadamente, la limpieza de un implante es por lo general más fácil que la de un diente. Se puede provocar un daño local también por el uso de instrumentos de limpieza de manera inadecuada causando heridas en la encía o con otros irritantes químicos o mecánicos. Condiciones sistémicas: Existen enfermedades generales que imposibilitan al hueso a cicatrizar adecuadamente, lo cual puede generar pérdida ósea alrededor del implante. Estas enfermedades son la osteoporosis ( falta de calcio en los huesos, sobre todo frecuente en mujeres mayores ), colagenosis ( enfermedades del tejido colágeno como el Lupus Eritematoso, la Artritis Reumatoide, Esclerodermia, Dermatomiositis ) diabetes incontrolada, abuso del tabaco ( se recomienda dejar de fumar ), alcohol y drogas. Cuando existe alguna de estas enfermedades se espera que los implantes no duren tanto tiempo como en los casos normales. Sobrecargas: Siempre que una estructura es sobrecargada, algo malo tendrá que pasar. Hay algunas cargas que se toleran fisiológicamente por los tejidos que soportan a los dientes o a los implantes; estos tejidos no solamente toleran bien estas cargas sino que también estimulan al hueso de soporte para que se mantenga alrededor del diente o del implante. Los dientes trabajan de manera conjunta con varios grados de fuerza durante actividades como la masticación, la deglución y el habla. Estas fuerzas son fisiológicas normalmente, y a no ser que exista alguna anomalía, estimularán la formación de hueso. Sin embargo, durante los periodos de actividad muscular extrema ( tales como levantamiento de objetos pesados ) la mayoría de la gente apretará los dientes con considerable fuerza. Esta fuerza puede exceder en varias veces la fuerza total acumulada sobre los dientes durante toda una comida. Aunque estas fuerzas pueden ser extremadamente pesadas, son ejecutadas durante un periodo de tiempo muy corto, y por ello no son causantes de daños. Sin embargo el estrés emocional puede causar daño severo no sólo a los tejidos que soportan los dientes, sino también a los tejidos que soportan al implante. Dicho estrés emocional puede producir bruxismo,haciendo roces de los dientes entre sí con considerable fuerza durante largos períodos de tiempo. El masticar chicle puede cambiar lo que serían cargas fisiológicas en cargas patológicas dañinas simplemente aumentando la cantidad de tiempo durante el cual estas fuerzas se están ejerciendo durante 40 minutos al día ( que es la media de tiempo que se tarda en masticar la comida de un día entero ) a 12 ó 14 horas al día. Todo esto significa que si el implante se mantiene limpio, el cuerpo se mantiene sano y no sobrecargan los implantes, estos se mantendrán sanos durante mucho tiempo. Obviamente estas condiciones no la cumplen todos nuestros pacientes. Sin embargo, los porcentajes de éxito para los implantes que utilizamos es altísimo desde el año 1988, lo cual ha acumulado una gran dosis de experiencia.