Araujo

En las radiografías que mostramos a continuación vemos una infección en el incisivo lateral superior izquierdo. El diente ya había sido tratado anteriormente con una endodoncia y apicectomía. El paciente acude con una fístula. Por lo tanto, decidimos extraer la pieza y, debido a la infección, vemos que ha perdido gran cantidad de tejido óseo.

 

Para el tratamiento necesitaremos injerto óseo. Planificamos la obtención de un bloque de hueso cortical y hueso esponjoso autólogo utilizando como región donante la tuberosidad del maxilar.

Es importante que la extracción del diente se realice de forma atraumática, para conservar la mayor cantidad de hueso.

Al día siguiente de la extracción vemos que el alvéolo está cicatrizando bien y colocamos un provisional que consiste en una prótesis parcial removible de acrílico.

 

1 mes después de la extracción, con el provisional
1 mes después de la extracción, con el provisional

 

 

El día de la cirugía, 1 mes más tarde de la extracción, vemos así el alvéolo:

 

Comenzamos limpiando bien la zona de la extracción donde estaba la infección. Vemos que falta casi por completo la lámina ósea externa y la necesidad de regeneración ósea guiada.

Legrado
Legrado

 

Colocamos la plantilla que nos da la posición del implante.

Guía quirúrgica - Primera fresa
Guía quirúrgica – Primera fresa

 

Después de utilizar varias fresas, comprobamos con un poste de paralelismo si la dirección del implante es correcta.

Poste de paralelismo
Poste de paralelismo

 

Al mismo tiempo que creamos el espacio para el implante obtenemos hueso.

 

Colocación del implante. Como se ve en la imagen necesitamos más hueso alrededor del implante para que haya estabilidad primaria.

 

 Recogemos hueso autólogo (propio) de la tuberosidad del maxilar (por detrás de la muela del juicio).

 

 

Destacar que el injerto de hueso obtenido hace las labores de membrana biológica, con lo cual no es necesaria la utilización de otras membranas de tejidos procedentes de otros animales o sintéticas.

 

 

Por último, se sutura el colgajo de la zona del implante. En la región donante (tuberosidad del maxilar) no es necesario dar suturas, en este caso el colgajo se reposiciona automáticamente y las suturas podrían incluso desfavorecer su cicatrización.

 

 

Al día siguiente de la cirugía de regeneración tisular guiada, el aspecto es sonrosado, sin isquemia, sin dehiscencia de suturas y los bordes del colgajo coaptan perfectamente:

 

Una semana después retiramos las suturas. Observamos que los tejidos se encuentran sanos. No hay tejidos isquémicos, ni dehiscencia de suturas.