Araujo

Hoy presentamos un caso con una infección crónica (de larga evolución).

Acudió a nuestra consulta aquejado de dolor y movilidad en un premolar que había sido tratado años atrás con una endodoncia.

En la radiografía panorámica que mostramos a continuación se ve una imagen radiolúcida relacionada con las raíces del primer premolar superior izquierdo:

 

En la radiografía periapical observamos con detalle la infección crónica (posiblemente granuloma periapical), pueden estar afectados ambos premolares (imagen 1). Después de hacer la extracción nos dimos cuenta de que el segundo premolar también estaba afectado (2) y, por eso, decidimos realizar la endodoncia (3) como única opción posible para conservar la pieza y eliminar por completo la infección:

 

 

Terminado el tratamiento de endodoncia, mostramos la serie radiográfica para ver la regeneración ósea espontánea de la lesión osteolítica. Desde la primera radiografía hasta la última han pasado dos años:

 

Como conclusión, podemos decir que gracias a la endodoncia hemos conservado el segundo premolar, evitando la pérdida del hueso que lo rodea y, además, nos ha servido para regenerar el hueso que el granuloma había eliminado.

Puesto que el tratamiento fue muy favorable, decidimos restaurar la pieza que hemos extraído con un implante en el lecho óseo completamente regenerado.

En el TAC realizado para el estudio de implantes vemos la ausencia de infección, sin embargo, ha sufrido algo de reabsorción de lámina ósea externa. Por ello, la necesidad de regeneración ósea guiada (ROG) con hueso sintético, membrana de regeneración y tornillos de osteosíntesis.

 

 

Inmediatamente después de colocar el implante realizamos una radiografía panorámica. Al lado de esta, vemos cómo se encuentra la zona una semana más tarde de la cirugía con regeneración ósea guiada (ROG):

 

 

 

Comprobamos radiograficamente el ajuste y la salud de los tejidos que rodean al implante con plena integración:

 

 

6 meses después de la cirugíaestabilidad, estética. Se comprueba que hay ausencia de infección, los tejidos circundantes no están inflamados y la estética es aceptable:

 

 

4 años más tarde:

 

 

Podemos comprobar que el volumen de los tejidos regenerados se mantienen a lo largo del tiempo.